Así funciona el internet de los animales
Un equipo en la Estación Espacial Internacional facilitará el monitoreo de las especies animales y sus movimientos, estableciendo una red global: el internet con bienes bióticos.
¿Sabe usted dónde están sus hijos en este momento? Puede que sí, lo que no sabe es dónde andan los animales, pequeños o grandes. Les pasa igual a la mayoría de los científicos que trabaja con ellos, con la intención de conocerlos bien y ayudar a su preservación.
Lo que podría tomarse como una relación sin sentido, no lo es al considerarse que hay animales que por su importancia, y porque han llamado la atención de la ciencia, son rastreados mediante dispositivos que les son puestos en su cuerpo.
En Colombia, para dar un ejemplo, se rastrean cóndores reintroducidos en el intento de repoblamiento de esta icónica ave nacional.
Son muchos los casos de esfuerzos como este, aislados, realizados por investigadores en diferentes países.
En agosto pasado algo comenzó a cambiar. El biólogo Martin Wilkelski contuvo su aliento largos minutos pues un esfuerzo de 17 años estaba a punto de darse al traste.
A unos 400 kilómetros sobre su cabeza y a 27.000 kilómetros por hora, el cosmonauta ruso Oleg Artemyev caminaba en el espacio tratando, infructuosa y desesperadamente, de colocar una antena afuera de la Estación Espacial, un proyecto al que Wilkeski, científico del Instituto Max Planck para la Ornitología en Radolfzell, Alemania, y su grupo han dedicado muchos años.
Los cables de la antena de tres metros estaban enredados y no era fácil la instalación. Tras varios largos minutos, Artemyev pudo desentrabarlos e insertarlos de manera adecuada al sistema eléctrico de la Estación.
Ingenieros en Moscú, donde el biólogo asistía para ver la instalación, sincronizaron los computadores de la antena y las pantallas pasaron de rojo a verde.
Todo tiene sentido
En las últimas décadas el rastreo de animales mediante GPS ha cambiado el entendimiento sobre el comportamiento de distintas especies animales. Con dispositivos que se comunican con satélites, celulares y tecnología de radio se pueden seguir desde ballenas en mar abierto hasta jaguares en las densas selvas y cóndores en los picos andinos.
Los movimientos de gran rango de los animales permanecen invisibles y aquellos animales con menos de 100 gramos de peso no pueden portar con seguridad aquellos dispositivos: 75 % de todas las especies de mamíferos y aves, e insectos, sin rastreo.
Una extensa nota en Nature reveló el trabajo que ha desarrollado este científico, que al comienzo perseguía animales con una antena montada en su auto.
Con varios colaboradores desarrolló ya dispositivos pequeñísimos que pueden ser adheridos incluso a insectos.
En el cambiante planeta actual, donde la mano humana ha transformado ecosistemas de manera dramática alterando la vida de los animales y afectando la existencia de numerosas especies, seguirlas es fundamental.
Tras regresar de Moscú, cuenta Nature, Wilkelski celebró el logro con su grupo y anunció que en noviembre comenzaron las operaciones con la antena en la Estación que permitirán enlazar el mundo para un rastreo en tiempo real por todo el planeta. Sí, el internet de los animales.
En el Instituto, el proyecto se llama Icarus (International Cooperation for animal Research Using Space). En su página web informa que en 2019 estará abierto a toda la comunidad científica.
Esperan de este modo entender mejor el mundo animal y resolver preguntas sin solución hoy.
Una mirada distinta, desde el espacio, para saber lo que sucede en la superficie y bajo ella